IMPRONTUARIO: marzo 2008

domingo, 30 de marzo de 2008

martes, 18 de marzo de 2008

Injerto

Charlando con un amigo, se me ocurrió citar aquella famosa frase de Valéry: La piel es lo más profundo que hay en el hombre, pero fui incapaz de recordar al autor. Mientras me esforzaba en vano, mi interlocutor tuvo una iluminación: "Debe ser de Leatherface" (el protagonista de La matanza de Texas).

Enseguida pensé que tan formidable transplante textual tenía la obligación de funcionar como metáfora de algo. Ahora bien, ¿de qué? ¿De la política nacional? ¿De nuestro sistema educativo? ¿De la joven poesía española?



Sigo dándole vueltas.

lunes, 10 de marzo de 2008

Álex Chico

Un poema perteneciente a La tristeza del eco, la magnífica y recién publicada opera prima de Álex Chico, escritor placentino, bloguero y amigo:

SMAL BARCELONA RED WALL
(GUERRERO-SCULLY)

No sabría precisar su dimensión.
Guarda, simplemente, lo necesario,
soportando con ligereza la cadencia
de todo su abismo. Sus cuadrículas
poco o nada simbolizan
más que para sostener el conjunto.
Todas ellas –piedras, restos-
son prueba latente de su abandono.
Es curioso: de tantos muros bordeados,
intentando sobrepasar su límite,
sólo este es capaz de encontrar su cerca.
Me lo encuentro al cruzar
una sala, y soy capaz de rodearlo
sin dificultad apenas,
y volver a mirar hacia él
como un extranjero, con disidencia,
como un prófugo que se detiene
en mitad de un museo a resguardarse
del frío y permanece a la espera.
La fosforescencia, relegada a los últimos trazos,
va mucho más allá de la simple cerilla.
El color, solapado, grisáceo.
Imagino cómo sería
encontrármelo en mitad de una calle.
Posiblemente, resultaría igual
en todos sus efectos.
Al menos, ahora compruebo que existe
el lugar, esa mínima evocación,
de escasas dimensiones,
que ya nunca me permitirá pasar
hacia el otro lado de la muralla.

(La tristeza del eco, Editora Regional de Extremadura, 2008)

sábado, 8 de marzo de 2008

Coughtails

Cansado de jarabes, decidí hacer caso a Juan Manuel Macías y al Pianista, maestros libadores, y probar con brebajes de más enjundia. Empecé con un Safo’s dream (retsina con orujo) y con un Navarramore (pacharán Cuervo de doble destilación y ginebra Tanqueray). Pero la tos no acababa de desaparecer, así que proseguí con un Chéjov (vodka y licor de cereza amarga), un Hemingway (daiquiri preparado con cubitos en forma de punta de iceberg) y no sé cuántos inventos biblioetílicos más.

Cuando desperté, la tos todavía estaba allí, y junto a ella una resaca que rugía como un dinosaurio. No tuve más remedio que prepararme un Monte-Rosso (también conocido como Bloody Mary), al que añadí unas gotas de Bisolvón (lo que le dio un aspecto aún más bloody). Sigo tomándolo cada ocho horas; y mano de santo, oye.