.(Para Juan Manuel Macías, maestro catador)
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Guardo el reposo del domingo
Y alabo la pereza
Cómo cómo reducir
La ciencia infinitamente pequeña
Que me imponen mis sentidos
Uno de ellos se parece a las montañas al cielo
A las ciudades a mi amor
Se parece a las estaciones
Vive decapitado su cabeza es el sol
y la luna su cuello rebanado
Yo quisiera probar un ardor infinito
Monstruo de mi oído que ruges y lloras
El trueno te sirve de cabellera
Y tus garras repiten el canto de los pájaros
El tacto monstruoso me penetra me envenena
Mis ojos nadan lejos de mí
Y los astros indemnes son mis maestros sin experiencia
La bestia de los vapores tiene la cabeza florida
Y el más bello de los monstruos
Se entristece al apoderarse del sabor del laurel
Guillaume Apollinaire, Alcools (1898-1913)
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6 comentarios:
Caray, muchas mercis Juan!. Suena de lujo. A ver si supera esto el amigo Guillaume :-) Usted sí que es un maestro catador.
Un abrazote
Faltaría más, monsieur Macías, gracias a usted por la provisión de alcoholes ;)
Un abrazo grande.
Cómo os gusta el botellón condenaos...
Por supuesto, Pianista, cata de botellón!
maravilloso ambiente gambitero, por lo que se ve...
ya me enteré que en octubre estará gente guapa oluvense por allí (que lo pasen muy bien y salga bonito)
Ah, sí? Pues infórmame, porque no me entero de nada, ja, ja ,ja! Ojalá puedas pasarte tú también! Seguro que será divertido: lo que se no alcanza con poesía, se suple con cerveza ;)
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