Bueno, hay mucho que hablar sobre el tema. De hecho, todos somos censores y censuramos lo que no nos place, en un sentido amplio. Yo censuro Gran Hermano y me autocensuro cuando callo cosas que pienso. Y creo que es bueno en muchos casos. Claro, no es la censura que tiene todo el mundo en mente al sacar el tema.
En general, la censura me parece un insulto a todos los censurados, que, además de los autores, somos los receptores que no llegamos a consumarnos como tales. Especialmente aplicada a los medios de comunicación, creo que la mejor censura consiste en apagar la TV, si no nos gusta lo que en ella aparece. Convertir a un electrodoméstico en centro del debate nacional es, además de absurdo, estéril.
En mi opinión, Pianista, un sistema democrático debe ser capaz de absorver cualquier manifestación de la libertad de expresión con los únicos límites que marque la ley. Pero la autocensura... Esa es una cuestión más peliguada. De todas formas, y siempre que no responda a una presión externa, la autocensura atañe en exclusiva a la moral personal y, por tanto, deja de constituir un tema de debate público.
Juanillo, en tanto que propietario del panfleto, si me da usía su permiso, me verá a menudo :)
Sin ánimo de abrir un debate, la autocensura me parece de lo más saludable, y yo la practico a menudo en mi vida diaria. Como decía El Último de la Fila en una canción, "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir". No soporto a esas personas que, bajo la excusa de "yo siempre digo lo que pienso", acaban haciendo más mal que bien.
Y lo de la tele, pues eso. Como ya he comentado en mi propio libelo, entiendo que se magnifica su importancia. Yo consumo telebasura muy a menudo. La uso para reírme con mi mujer mientras engullimos una pizza. Al finalizar el programa, o cuando me da la gana, la apagamos, y pasamos a hablar del appeiron si es necesario. Creo que la tele no hace al público ni más listo ni más tonto, y que tiene la influencia que se le quiera dar.
Personalmente, me parece divertidísimo que una tele privada, que no es más que una empresa, y, como tal, tiene ánimo de lucro, hable de la Pantoja si ello le da audiencia, pagando si es necesario a cualquier personaje para que la ponga verde en un plató. Otra cosa es que las cadenas públicas hicieran lo mismo, eso ya, amigos, es otro cantar.
De verdad, cómo me enrollo yo solo. Parezco un tertuliano.
Bueno, desviando un poc el tema, las teles en España no son privadas puras: funcionan por concesión y tienen caracter de servicio público. Por otra parte, la empresa sea cual sea su cosa, bdebe tener un fin social y unos medios éticos. El límite legal es muy relativo: depende de donde esté. Si una sociedad decide legalizar la esclavitud no será más lícita por ser legal. Cuando digo que censuro GH (por ejemplo, también el furbo y también los telediarios) quiero decir que no lo consumo, porque sería tan idiota como beberme un batido de berenjenas o clavar clavos con la frente. Un tema interesante, si.
Tienes razón, Pianista, en lo de que las teles tienen una concesión pública, lo que vengo a decir es que, cuanta más importancia se les de, mayor será su poder.
Por cierto, Pianista, me encantó tu película. Yo es que soy truffautero y aznavouriano a muerte :)
Espero que así sea, Jesús se te echa de menos. Y a ver si te decides de una vez a abrir tu salón privé. En cuanto a lo de los debates, puedes empezar los que quieras, faltaría más. Aunque yo soy más del arjé que del appeiron.
Lo mismo digo respecto a tus desvíos temáticos, Pianista. Y oye, vete a saber, igual el batido de berenjena tiene su cosa.
(Badalona, 1975) es Licenciado en Comunicación Audiovisual y DEA en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ha publicado los poemarios Víspera de ayer (Pre-Textos, 2005) y Gozne (Ayuntamiento de Zaragoza, 2009), así como numerosos artículos y reseñas sobre cine y literatura en diversas revistas culturales.
12 comentarios:
...¿o cine guarro?
La censura es la mayor de las pornografías, ¿no?
Bueno, hay mucho que hablar sobre el tema. De hecho, todos somos censores y censuramos lo que no nos place, en un sentido amplio. Yo censuro Gran Hermano y me autocensuro cuando callo cosas que pienso. Y creo que es bueno en muchos casos. Claro, no es la censura que tiene todo el mundo en mente al sacar el tema.
En general, la censura me parece un insulto a todos los censurados, que, además de los autores, somos los receptores que no llegamos a consumarnos como tales.
Especialmente aplicada a los medios de comunicación, creo que la mejor censura consiste en apagar la TV, si no nos gusta lo que en ella aparece. Convertir a un electrodoméstico en centro del debate nacional es, además de absurdo, estéril.
¡Hombre, Jesús, qué bueno leerte por aquí! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Así que todo el mundo a apagar las teles y a leer blogs pedantorros.
Me gustó mucho la web de música. Te debo un mail.
En mi opinión, Pianista, un sistema democrático debe ser capaz de absorver cualquier manifestación de la libertad de expresión con los únicos límites que marque la ley. Pero la autocensura... Esa es una cuestión más peliguada. De todas formas, y siempre que no responda a una presión externa, la autocensura atañe en exclusiva a la moral personal y, por tanto, deja de constituir un tema de debate público.
Juanillo, en tanto que propietario del panfleto, si me da usía su permiso, me verá a menudo :)
Sin ánimo de abrir un debate, la autocensura me parece de lo más saludable, y yo la practico a menudo en mi vida diaria. Como decía El Último de la Fila en una canción, "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir". No soporto a esas personas que, bajo la excusa de "yo siempre digo lo que pienso", acaban haciendo más mal que bien.
Y lo de la tele, pues eso. Como ya he comentado en mi propio libelo, entiendo que se magnifica su importancia. Yo consumo telebasura muy a menudo. La uso para reírme con mi mujer mientras engullimos una pizza. Al finalizar el programa, o cuando me da la gana, la apagamos, y pasamos a hablar del appeiron si es necesario. Creo que la tele no hace al público ni más listo ni más tonto, y que tiene la influencia que se le quiera dar.
Personalmente, me parece divertidísimo que una tele privada, que no es más que una empresa, y, como tal, tiene ánimo de lucro, hable de la Pantoja si ello le da audiencia, pagando si es necesario a cualquier personaje para que la ponga verde en un plató. Otra cosa es que las cadenas públicas hicieran lo mismo, eso ya, amigos, es otro cantar.
De verdad, cómo me enrollo yo solo. Parezco un tertuliano.
Bueno, desviando un poc el tema, las teles en España no son privadas puras: funcionan por concesión y tienen caracter de servicio público. Por otra parte, la empresa sea cual sea su cosa, bdebe tener un fin social y unos medios éticos. El límite legal es muy relativo: depende de donde esté. Si una sociedad decide legalizar la esclavitud no será más lícita por ser legal.
Cuando digo que censuro GH (por ejemplo, también el furbo y también los telediarios) quiero decir que no lo consumo, porque sería tan idiota como beberme un batido de berenjenas o clavar clavos con la frente.
Un tema interesante, si.
Tienes razón, Pianista, en lo de que las teles tienen una concesión pública, lo que vengo a decir es que, cuanta más importancia se les de, mayor será su poder.
Por cierto, Pianista, me encantó tu película. Yo es que soy truffautero y aznavouriano a muerte :)
Espero que así sea, Jesús se te echa de menos. Y a ver si te decides de una vez a abrir tu salón privé. En cuanto a lo de los debates, puedes empezar los que quieras, faltaría más. Aunque yo soy más del arjé que del appeiron.
Lo mismo digo respecto a tus desvíos temáticos, Pianista. Y oye, vete a saber, igual el batido de berenjena tiene su cosa.
Lo que es indudable, amigos Jesús y Jsv, es que gracias a la censura Improntuario bate su récord de comentarios.
Simpática paradoja.
Pues es verdad, Pianista. Y con este innecesario añadido, llegamos a la docena.
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