Qué bien suena el ojo que llora gotitas de sangre y fuego. Me suena un poco a Adrian Utley (el de Portishead) y Mount Vernon, en un CDSingle poco convencional y un tanto ruidista. Al final te reconvertirás en sinfónico-rockprogresivoalemán de los 70. Veo a Robert Fripp en lontananza...
Ay, Robert Fripp, el grande. Tengo pendiente una entrada en mi blog sobre Fripp y Juan Ramón Jiménez, que se tuvieron que encontrar en algún universo paralelo. Esto que cuelgas aquí suena muy bien...
A mí el Islands me enloquece. Sabio el consejo del pianista. Aunque confieso que me gustan últimamente más los King Crimson de su última etapa jazzistica y salvaje, con las guitarras distorsionadas de Fripp y Adrian Belew... Por cierto, felicidades por tu santo. No sé cómo estaba el tema de las hogueras por Barcelona. Aquí en la sierra matritense se nos manifestó una tormenta curiosa.
¡Muchas gracias, Juan Manuel! ¡Y felicidades también, claro! (imagino que lo celebras el mismo día, ¿no?). Lo de las hogueras ya no es lo que era. Me fastidian los petardos, la verdad, pero las hogueras siempre me han gustado... Ahora están muy controladas (bastante hipócritamente) por el ayuntamiento. Quim Monzó escribía el otro día un artículo muy ingenioso sobre la cuestión:
Siempre he tenido la sensación de que la labor como crítico eclipsa injustamente la poesía de Ferrari. Tiene poemas ante los que me quito el cráneo. La economía sintáctica me parece deslumbrante.
Hola, Diego. Pues sí, tienes toda la razón. Su obra crítica es incontestable, pero también vale mucho la pena su poesía. Su uso de la paranomasia, por ejemplo, es muy ingenioso.
(Badalona, 1975) es Licenciado en Comunicación Audiovisual y DEA en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ha publicado los poemarios Víspera de ayer (Pre-Textos, 2005) y Gozne (Ayuntamiento de Zaragoza, 2009), así como numerosos artículos y reseñas sobre cine y literatura en diversas revistas culturales.
10 comentarios:
Qué bien suena el ojo que llora gotitas de sangre y fuego.
Me suena un poco a Adrian Utley (el de Portishead) y Mount Vernon, en un CDSingle poco convencional y un tanto ruidista. Al final te reconvertirás en sinfónico-rockprogresivoalemán de los 70. Veo a Robert Fripp en lontananza...
¡Nooooo, ja, ja, ja! Aunque todo puede ser: ¡mira los Madness en el Sónar!!!
Ay, Robert Fripp, el grande. Tengo pendiente una entrada en mi blog sobre Fripp y Juan Ramón Jiménez, que se tuvieron que encontrar en algún universo paralelo. Esto que cuelgas aquí suena muy bien...
¡Ya estás tardando, Juan Manuel,eso sí que sería un buen duet!
Uy JSVico, que tienes pinta de haber oído pocas veces el Islands.
Bueno, una o ninguna...
A mí el Islands me enloquece. Sabio el consejo del pianista. Aunque confieso que me gustan últimamente más los King Crimson de su última etapa jazzistica y salvaje, con las guitarras distorsionadas de Fripp y Adrian Belew... Por cierto, felicidades por tu santo. No sé cómo estaba el tema de las hogueras por Barcelona. Aquí en la sierra matritense se nos manifestó una tormenta curiosa.
¡Muchas gracias, Juan Manuel! ¡Y felicidades también, claro! (imagino que lo celebras el mismo día, ¿no?). Lo de las hogueras ya no es lo que era. Me fastidian los petardos, la verdad, pero las hogueras siempre me han gustado... Ahora están muy controladas (bastante hipócritamente) por el ayuntamiento. Quim Monzó escribía el otro día un artículo muy ingenioso sobre la cuestión:
http://paucorcelles.blogspot.com/
Siempre he tenido la sensación de que la labor como crítico eclipsa injustamente la poesía de Ferrari. Tiene poemas ante los que me quito el cráneo. La economía sintáctica me parece deslumbrante.
Hola, Diego. Pues sí, tienes toda la razón. Su obra crítica es incontestable, pero también vale mucho la pena su poesía. Su uso de la paranomasia, por ejemplo, es muy ingenioso.
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