¿Qué tendrá Manet que tantas y tan brillantes reflexiones suscita? A las imprescindibles monografías de Foucault y Bataille, que disfruté no hace mucho, sumo estos días las no menos esenciales palabras que Félix de Azúa le dedica en su ensayo Cortocircuitos (Abada, 2004), de las que entresaco este comentario sobre el espejismo impresionista:
"La relación de Manet con los impresionistas [...] proyectó un malentendido sobre la obra primera de Manet. La escuela impresionista regresaba a posiciones miméticas, así como también a las justificaciones externas (el discurso pretendidamente científico de las impresiones oculares) de la pintura tradicional. En este sentido es un error considerar a los impresionistas la antesala de las vanguardias.
Manet era el primer pintor de la modernidad. Los impresionistas eran los últimos pintores de la mímesis. En esa bisagra compartida se dio una comprensible confusión. Para nosotros, toda la producción de Manet entre 1873 y 1882 es un replanteamiento del pintor, cansado quizás ya de su fracaso, a posiciones más cómodas. Lo triste del caso es que tampoco ese repliegue le aportaría la menor fortuna con críticos y entendidos".
¡Ah, la malas influencias! Y pensar que hasta hay quien confunde a Manet con Monet...
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8 comentarios:
Admiro y disfruto notablemente tu capaciadad argumentativa para hablar de cuadros. Yo soy de los que entran en El Prado (por ejenmplo) y necesitan que alguien les lleve de la mano.
Por cierto, para confusiones de pintores ésta que me contó una amiga profesora: resulta que alguien escribió en un examen el nombre de este pintor inusitado : Turulo III (sic). Indagando mi amiga, parece que todo fue un malentendido acústico en el momento del soplo compañeril: el pintor de marras era Toulouse Lautrec.
Acertado comentario y acertada ilustración. Habrá que revisar la obra de Manet de nuevo, aunque uno se sepa bastante profano.
¡Ja, ja, ja! ¡Magistral, Juan Manuel! ¡Parece el nombre de un rey godo!
De él me encanta, Álex, su pionera entrega al arte por el arte, sin excusas externas. Como dice Azúa, "Olympia no es una mujer, sino una teoría de la pintura".
Lee el discurso de Paul Auster con motivo del premio príncipe de Asturias. Tiene, como Manet, algo simbólico.
Pues si tú me lo recomiendas lo miraré, seguro.
gracias por la recomendación de Portabella.
De nada, Ana. Seguro que te gusta.
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